lunes, 30 de mayo de 2016

Entre Huesca y Massachusetts: un avance



“Un clásico es algo que nadie quiere leer pero que todo el mundo desearía haber leído” (Mark Twain)

            Ha comenzado la Feria del Libro en Huesca y Zaragoza. Esta vez no me encontraréis en la caseta de Pirineo, detrás de mis libros, como otros años. Pero estarán ellos, los verdaderos protagonistas, unos libros que han tenido siempre un comportamiento irreprochable y ejemplar. Por algo son ejemplares... Confieso que llevo dos años sin ponerme delante de vosotros, sin abusar de vuestra amabilidad y contaros mis historias, hablaros de esos intrusos sin modales que acampan a sus anchas en la Biblioteca Nacional, alertándoos sobre esa maldita colección de relatos que amenazan la tranquila noche sevillana. Estos días no podré plantarme allí, como un jotero sin bandurria, para hablaros también de ese puñado de historias cortas, entre risas y muecas de extrañeza, para poneros al corriente de los cambios en mi ciudad, de la vida en un pueblo del oeste de Massachusetts.
            Sin embargo, mis libros hablarán por mí. Allí estarán ellos, sin diplomacias ni maestros de ceremonias. Las dos novelas y la colección de relatos. Y aún os diré más… Si os acercáis a sus geniales portadas y aguzáis el oído, quizá escuchéis lo que está por venir, las historias que están sin publicar, pero que prácticamente están terminadas. No me extrañaría que, al abandonar la caseta de la editorial, en la plaza Luis López Allué en Huesca, en el paseo de la Independencia en Zaragoza, os volváis a casa con una cantinela rondando vuestra cabeza, con un par de tramas zumbando en vuestros oídos, con las dos últimas aventuras que han nacido en estos años. Y podréis contarme algo sobre una vendedora de castañas, que remueve, junto a las brasas de su caseta de madera de la plaza Inmaculada, toda la historia de su pasado. Y podréis repetir las palabras de Mark Twain y acompañar el viaje de una bibliotecaria de un pueblo americano en el que un profesor de literatura ha desaparecido inexplicablemente. Sus títulos, La vendedora de castañas y Mi cita con Mark Twain. Sus historias pronto vais a conocerlas.